El trabajo en bodega para comienzos de año consiste en preparar las barricas para su llenado. Recibidas las barricas nuevas, procedemos a desprecintarlas, olerlas y revisarlas. De esta forma, nos aseguramos de que se encuentran en perfectas condiciones para recibir los nuevos vinos.
Con las barricas de años anteriores hay que hacer un exhaustivo proceso de limpieza. Una vez vaciadas, las limpiamos con agua a presión a 80ºC, las dejamos escurrir durante 24 horas y, posteriormente, las azuframos para eliminar los posibles microorganismos que pudieran existir.
Cada barrica, de cada zona, con sus diferentes tostados, llevarán un vino diferente. Cada vino, para su barrica.